Hace tiempo que quería escribir esto aquí. No sé por qué, a veces me suceden cosas extrañas, como de la dimensión desconocida, tal vez exagero, son pues cosas surrealista como dicen que es México. Ahí tienen que me encontraba en mi automovil en un estacionamiento, esperando a que pasara el tiempo para un compromiso. Escuchaba algo de música de los Fabulosos Cadillacs, siempre alegres y entonadores para la fiesta. Jugaba con mi telefono celular un juego de rally, pasé una etapa y victorioso levanté la mirada, miré el panorama como buen triunfador y lo primero que noté fue un hombre que intentaba golpear a otro a través del hueco de la vetanilla de un auto que estaba estacionado al lado del auto que estaba frente al mío, tenía una vista inmejorable. En el asiento del copiloto se encontraba una mujer que gritaba desesperada pidiendo ayuda, eso creo, pues la musica de los fablosos me impedía escuchar el bullicio.
El auto era un chevy y detrás se encontraba estacionada la motocicleta del hombre golpeador, como de unos 40 años, complexion robusta, más bien gordito. No sé si sería el marido de la mujer, pues ella parecía de unos treinta o veintiocho, el conductor también parecía como de la edad de la mujer.
El golpeador intentaba frenético y en vano, sacar al enconchado hombre del vehículo pues jalaba la manija de la puerta y trataba de liberar el seguro y sacar al enemigo para darle en su madre.
Los involucrados estaban tan entretenidos, la mujer, el hombre dentro del auto y el hombre que golpeaba desde afuera, que no habían notado que la puerta del lado de la mujer estaba abierta de par en par.
Entonces, cómo si al notarlo le hubiera avisado al hombre que estaba afuera, este se percató y rodeó el vehículo para entrar por el lado de la mujer, la empujaba y trataba de alcanzar al asustado conductor que tan sólo se cubría de los golpes. La mujer fue sacada del vehículo y asustada intentanba detener al agresor, pero él, con el camino libre se dedicó a golpear la humanidad del conductor que se cubría y resistía los embates.
En ese momento pensé que el enfurecido hombre sacaría algún tipo de improvisada arma y heriría al contricante, lo que me preocupó, pues las lesiones entonces serían de consideración e irremediablemente me vería involucrado en el crimen, así es, se convertiría en un crimen.
Afortunadamente, el regorte hombre violento se cansó de golpear a su contrincante, pues no tenía la suficiente fuerza para seguir haciéndolo o sacarlo de automovil. Salió enfurecido, tomó su teléfono celular y se puso a marcar. La mujer regreso con el otro hombre a tratar de consolar sus heridas. En ese momento decidí que todo había terminado y la hora de ir a mi compromiso se había cumplido, baje de mi auto, pasé por un lado de los amantes afligidos, aún lado del hombre violento que me soltó una mirada desconcertada y continué mi camino. Mientras me alejaba, pensé que mi actitud no había sido la correcta ni siquiera les dije buenos días.
El auto era un chevy y detrás se encontraba estacionada la motocicleta del hombre golpeador, como de unos 40 años, complexion robusta, más bien gordito. No sé si sería el marido de la mujer, pues ella parecía de unos treinta o veintiocho, el conductor también parecía como de la edad de la mujer.
El golpeador intentaba frenético y en vano, sacar al enconchado hombre del vehículo pues jalaba la manija de la puerta y trataba de liberar el seguro y sacar al enemigo para darle en su madre.
Los involucrados estaban tan entretenidos, la mujer, el hombre dentro del auto y el hombre que golpeaba desde afuera, que no habían notado que la puerta del lado de la mujer estaba abierta de par en par.
Entonces, cómo si al notarlo le hubiera avisado al hombre que estaba afuera, este se percató y rodeó el vehículo para entrar por el lado de la mujer, la empujaba y trataba de alcanzar al asustado conductor que tan sólo se cubría de los golpes. La mujer fue sacada del vehículo y asustada intentanba detener al agresor, pero él, con el camino libre se dedicó a golpear la humanidad del conductor que se cubría y resistía los embates.
En ese momento pensé que el enfurecido hombre sacaría algún tipo de improvisada arma y heriría al contricante, lo que me preocupó, pues las lesiones entonces serían de consideración e irremediablemente me vería involucrado en el crimen, así es, se convertiría en un crimen.
Afortunadamente, el regorte hombre violento se cansó de golpear a su contrincante, pues no tenía la suficiente fuerza para seguir haciéndolo o sacarlo de automovil. Salió enfurecido, tomó su teléfono celular y se puso a marcar. La mujer regreso con el otro hombre a tratar de consolar sus heridas. En ese momento decidí que todo había terminado y la hora de ir a mi compromiso se había cumplido, baje de mi auto, pasé por un lado de los amantes afligidos, aún lado del hombre violento que me soltó una mirada desconcertada y continué mi camino. Mientras me alejaba, pensé que mi actitud no había sido la correcta ni siquiera les dije buenos días.
2 comentarios:
Alo Jimiescu!
Jajajajajajajajajaja, no les dijiste buenos dias? jajajajajajajaj! oye pero y que tal que te agarraba como pera de box, mejor ni hablar jeje.
Como siempre magnifica tu narracion, y tu sentido del humor!
Saludicos muchos muchos!
Gracias por la visita Ana. Sí... calladito me ví más bonito y sin moretones que lamentar, aunque pensándolo bien hubiera resultado más interesante q hubiera terminado golpenado al regordete y al otro de pilón por no responder y después salir con la susodicha y terminar juntos en un motel... mmmmm o tal vez el regordete me hubiera partido la mauser y fin de la historia jaja. Grax muchas... sigo leyendo las profecías jeje.
Publicar un comentario