sábado, 23 de enero de 2016

Dualidad moral

¿Cómo describir la dualidad moral imperante en esta puta actualidad? ¿Por dónde empezar? ¡Ya sé! Por la falta de compromiso conmigo mismo. Iniciar proyectos con demasiado ahínco para después abandonarlos. Mi tesis, abandonada. La novela, los cuentos, guardados en borradores escritos a mano, olvidados entre cúmulos de papeles empolvados, de un polvo que sabe qué deidad, de dónde provengan; partículas, moléculas invasoras que su único fin es exterminar la pulcritud. La organización, que tanto trabajo cuesta, cuando el tiempo es un hijo de perra que se escabulle más rápido que el agua entre los dedos. Proyectos personales olvidados son la antesala de los proyectos sociales enterrados, como es una pareja estable o una familia bonita, esas son chingaderas. Eh llegado a pensar más de una ocasión que mi gracia física no juega a mi favor, nunca eh sido el galán del puto barrio… bueno, lo acepto con discreción, sí un par de veces y el momento resulta realmente embriagador. Hablando de amores, no entiendo esa dualidad. Ella, le pidió a un amigo que hablara conmigo, le preguntó qué es lo que pienso de ella, y si estaría dispuesto a iniciar una relación duradera. Yo, no convencido del todo, me lanzó al ruedo y de pronto se hace la difícil, le encanta el cortejo, que el hombre haga tonterías por la mujer y ya no estoy para esas chingaderas, y sé que en el fondo ella tampoco. Todo esto me desequilibra mentalmente y no me deja avanzar en ningún sentido. De aquella otra, prefiero ya no hablar, pues a veces es una luz más brillante que el sol y otras se convierte en la luna distante y fría que refleja el recuerdo de la luminosidad de un pasado.
Los seres humanos somos tan complejos que no terminamos de entendernos, la actualidad complica las relaciones humanas, incrementa esa dualidad, nos ha heredado una bipolaridad constante, y que digo bipolaridad, multipolaridad. Una foto, un comentario, un like en las redes sociales llega a transformar nuestra realidad de manera importante. Es como el estrés, no sabemos exactamente cómo es que nos afectará. ¿Célibe? Ya no es opción, prefiero encontrarme con la que me guste y coger, coger, coger… aunque me detengo pensando en el daño que puedo provocar y me puedo provocar. Esta multipolaridad humana me está agobiando de una manera preocupante, mucho se lo debo a mis relaciones pasadas, a la inestabilidad que eh tragado, con efecto a largo plazo. Ahora, ya no sé para donde putas moverme en las relaciones humanas, cada vez son más complicadas, esta conectividad nos ha exhibido en toda la mierda que somos. Algunos, prevenidos, por salud mental, prefieren aislarse, olvidarse de esas redes sociales, limitarlas y alejarlas de su vida personal. Tal vez sean los más vulnerables, los más sensibles. Nosotros, los barbaros que todo nos tragamos, seguimos conectados, comentando, escudriñando las redes, buscando estados de última conexión, fotografías incriminatorias; actitudes que de frente negamos con vehemencia e incluso nos burlamos, nos auto-engañamos, creemos que somos astutos y más bien somos pendejos.

Mi multipolaridad me impide seguir escribiendo, la inmediatez aprieta mis ideas y no me permite deshebrarlas con calma, el ambiente me exige inmediatez, el ambiente creado por nosotros mismos, para auto-regularnos, este fétido ambiente humano que me enerva cada día más, que reafirma esta misantropía y encuentra refugio sólo en la inocencia de los seres menos pensantes…. ¿será por eso que abundan los amantes de animales?, es una relación más simple, más básica, en la base de la pirámide de Maslow, dónde la felicidad está asegurada.


otras cosas sin importancia

I am or IMP <> T ar T

Las esquinas de las calles son de papel y van las golondrinas doblando y desdoblando esquinas...